Rastros de nada…
ausentándose de mí para siempre.
Encuentro casual y común
las palabras no bastan
mi boca tiene
que estirarse en una sonrisa inevitable.
El aire debe perderse…
de mis pulmones.
El calor empieza
a invadir la sangre.
Y mientras más pequeña me siento ante el silencio,
te largas a reír, ah cómo adoro los besos
de esos labios de rubí…
Yo extasiada soñando…
entonces me despiertas
resurjo, soy yo.
Con un alma nueva y pintada
de tu ingenua alegría.
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